Las 4 sendas del yoga

Si “todos los caminos llevan a Roma”, solo 4 sendas son las del yoga.  Ya hemos hablado de lo que no es el yoga, dijimos que no es flexibilidad, que no es competición, ni son posturas; así como también hemos hablado de su significado, vimos que viene de la raíz yugo y que significa unión. Hasta aquí supongo que está más o menos claro. ¿Pero te has dado cuenta de que consideramos yoguis a un montón de personas muy diferentes?

No sé si  sabes que consideramos yoguis tanto al famoso Gandhi, como a la Madre Teresa de Calcuta, o como Swami Vivekanada. Si no conoces a alguno de estos personajes no te preocupes porque iré presentándotelos poco a poco. Bueno, Y ¿qué tenían estas personas en común ? Podrías contestarme que hicieron cosas buenas por otras personas, y yo no podría decirte que esto es incorrecto, pero hay algo más, permíteme que te cuente. 

Para llegar a la unión con tu ser divino o con tu naturaleza interior, para sentirte parte de algo más grande, los tiempos han ido explicando que se pueden recorrer 4 sendas diferentes, 4 senderos que llegan a este mismo objetivo. Como 4 ríos que transcurriendo de manera distinta y por territorios diferentes, llegan al mismo mar.  

Voy a enumerártelos para poder explicar un poco más de ellos. Estos caminos son:

  1. Karma yoga o el sendero de la acción.
  2. Bhakti yoga o el sendero de la devoción. 
  3. Jñana yoga o el sendero de la sabiduría.
  4. Raja yoga, o el sendero del control físico y mental. 

El Hatha yoga se incluye aquí, en este último sendero, como la parte física que nos llevará al control mental. Pero depende de donde busques o de quien te lo explique a veces se entiende de maneras diferentes.

Como puedes imaginar, estos 4 caminos también llamados ramas  son muy diferentes entre sí, y se practican según el temperamento, la personalidad, o el momento vital del practicante. Muchas veces, se entremezclan en la vida del practicante, aunque suele haber una inclinación natural hacia uno de ellos.

El camino del karma yoga o del yoga de la acción entiende la acción como desinteresada. El practicante las realiza sin esperar los frutos, sin esperar beneficios, dando un enfoque sagrado a cada una de ellas. Las acciones se hacen porque se deben hacer, para contribuir al Dharma, al buen destino. Hay mucho más de los que hablar aquí, pero por hoy es suficiente. Digamos que las acciones cotidianas se convierten en las herramientas de elevación espiritual a través del enfoque que le da el yogui. 

El camino del Bhakti yoga o yoga de la devoción es el camino de la rendición o de la fe. Es amor hacia la Divinidad. El yogui dedica su vida a un dios concreto con el cual tiene una relación íntima en su corazón. No hay posturas, simplemente dedica su día, su energía, su amor, su tiempo, todo es una ofrenda. Los cantos y los rituales son parte del Bhakti yoga. Como tantas personas piensan que no pueden hacer, digamos “yoga” entre comillas, porque no son flexibles , yo pensaba que no podía hacer Bhakti porque no me siento una persona devocional. Pero claro, igual que les invito a empezar y explico que si practican la flexibilidad esta llegará, de igual modo un profesor me explicó que si practico la devoción llegará. Así que empecé por darme cuenta de los pequeños detalles llenos de magia, detalles como la transformación de una semilla, algo pequeño, seco y compacto, en un pequeño tallo primero, que va creciendo buscando los rayos de luz, y ofreciendo una flor única, con pétalos de colores que se disponen en formas majestuosas, y que muchas veces duran tan solo unos días. ¿Cómo no voy a sentir devoción por esa magia? Por lo que es capaz de hacer la naturaleza? Esa fue la manera más fácil para mí de hallar la devoción en mi interior, pero después he ido sintiéndola en muchas otras ocasiones, como la magia de poder despertar cada mañana, que todas mis células se pongan de acuerdo, que nada falle y que yo tenga un día más para vivir esta experiencia. La lista de devoción aumenta, y creo que puedo sentir a dios en la sonrisa de mi madre, en los ojos de la chica del super cuando nos pesa las verduras o en el llanto de los bebés de mi edificio. 

El jñana yoga o el yoga de la sabiduría se refiere al conocimiento intelectual a través del estudio de las escrituras sagradas. Consiste en trascender el intelecto hasta la manifestación de la propia esencia, discriminar entre lo real y lo ilusorio para lograr la propia sabiduría. Con el tiempo el estudiante comienza a identificarse a él mismo con lo verdadero. Puedes pasarte la vida entera estudiando uno solo de los textos sagrados. Te contaré un secreto, soy una loca del Bhagavad Gita, ese libro hindú que nos muestra la conversación entre el gran guerrero Arjuna y Krishna, antes de la guerra que enfrentará al mismo Arjuna con sus primos. Un texto lleno de enseñanzas, que a pesar de estar escrito hace más de 5000 años, me ayuda a entender mi paso por la vida en estos tiempos. Otro día te cuento más sobre esto. Jejejej

El último camino es el del Raja yoga, el yoga del control físico y mental. También conocido como el camino Real (con mayúsculas) que lleva al reconocimiento de la personalidad divina. Esta se alcanza por medio del dominio de la mente, la concentración y la meditación. El Hatha yoga es la parte que se encarga del dominio del cuerpo y de la respiración. Es la parte más practicada en Occidente. Y que comprende los 8 pasos de Patanjali, donde me meteré más adelante. Prometido.  

Ahora quizás puedas entender que Gandhi fue un yogui por seguir el camino real, del control de la mente, nunca practicó violencia ni mintió. Teresa de Calcuta siguió el camino del karma yoga, dedicando su vida a la acción desinteresada. Swami Vivekananda se entregó al Jñana yoga y yogui Bajan fue un Bhakti yogui de corazón. 

Como puedes ver son 4 los caminos que te llevan al yoga, aunque yo diría que aunque etimológicamente yoga significa unión, para mí el yoga es el viaje completo, no el destino.

Puedes escuchar este mismo texto aquí —— Podcast 

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