Devoción yoga

Los 8 pasos de Patanjali

Supongo que recuerdas que uno de los senderos del yoga era el Raja Yoga, el sendero del control físico y mental.  

Este camino, el más popular en occidente, fue descrito con detalle por el sabio indio Patanjali. 

¿Y quién fue este señor? Aquí se entremezclan la historia, el mito y la realidad. Según donde busques, las fechas en las que vivió este personaje difieren en lo que parece solo una horquilla de 400 años, jejeje. Entre el S.II ane y el S .II dne. 

Hay una leyenda que cuenta que Ananta, la serpiente sobre la que descansaba el señor Vishnu, un dios muy importante del que te hablaré, le pidió encarnar en la Tierra como hombre para poder experimentar la unión con la Divinidad. Vishnu conmovido, no pudo negarse. Le concedió su deseo a través de Gonika, una Yoguini que imploraba tener un hijo yogui. Dice la leyenda que estaba Gonika en el río rezando cuando se coló entre sus manos una pequeña serpiente que se convirtió en bebé humano. Este bebé recibió el nombre de Patanjali, ofrenda caída del cielo en las manos de oración. Te lo he resumido mucho para no extenderme demasiado y perder el hilo. 

En los orígenes, el yoga se transmitía siempre de generación en generación de forma oral. Patanjali fue el primero que se ocupó de recopilar toda la sabiduría yóguica en forma escrita. 

Hasta nuestros días han llegado los Yoga Sutras de Patanjali, aforismos o frases cortitas, que  muestran cómo la práctica del yoga puede transformarnos adquiriendo control físico y mental, para superar los obstáculos que la vida nos plantea y así llegar a la liberación de la esclavitud de los deseos mundanos. Wow!!! Vaya!! Imaginas poder liberarte de todo esto? Dejar de ser esclavo? Quien no querría? No lo sentirías como la felicidad más elevada? 

Bueno, según los Sutras de Patanjali, ocho son los pasos para transitar este camino, preparando el cuerpo y la mente hacia la iluminación. Otras veces lo he llamado despertar o unirse con el Ser. (En mayúsculas)

Te voy a nombrar estos pasos, aunque hoy no te los voy a explicar con detalle, prefiero que te hagas una idea del mapa general, para después poder ir desgranando cada uno de los pasos o peldaños e ir paseando tranquilamente por este paisaje lleno de maravillas. 

Estos pasos son: 

  1. Yamas (observancias externas, cómo relacionarnos con otras personas o directrices que nos indican cómo caminar por la vida mundana)
  2. Niyamas (serían las observancias internas, o cómo relacionarnos con nosotros mismos).
  3. Asanas, la posturas. Lo que todos conocemos en mayor o menor medida, lo que nos viene a la mente cuando escuchamos la palabra Yoga. 
  4. Pranayama, ejercicios de respiración, podríamos llamarlos así. Es un término que no me gusta mucho, pero que para entendernos ahora mismo, nos sirve. 
  5. Pratyahara, o abstracción de los sentidos. O también algo así como volver los sentidos hacia dentro.
  6. Dharana, concentrar la mente. Eso que tan difícil nos parece. Tiene tela este punto.
  7. Dhyana, y no es Daiana, jejejej, es cuando surge la meditación. 
  8. Samadhi, el último paso. El que por definición no se puede explicar. Aunque prometo intentarlo próximamente.

Andar estos ocho pasos no nos asegura alcanzar la meta final, pero sí está probado que son la manera más adecuada para transitar este camino. 

A veces en Occidente cambiamos el orden de estos pasos, y nos sumergimos de lleno en el tercero, las posturas, sin ni siquiera conocer los otros dos previos. A veces porque el médico nos ha recomendado ir a clases, porque nos duele algo, porque estamos estresados y aunque no entendemos muy bien el cómo ni el por qué hacer estas posturas nos relajan o nos equilibran, tenemos fe y queriendo aliviar el sufrimiento acudimos a clases. Con suerte (si crees en ella) en las clases, quizás tu profe también dedique unos minutos a la práctica de pranayamas y a la de la meditación o ejercicios de concentración mental y puede que con el tiempo se despierten preguntas. Inspiradoras preguntas. Y eso que fue un dolor de cuello, una ciática, ansiedad o estrés, se convierta en el origen de tu historia de amor con el yoga. 

Algunos profes critican la pérdida de rigurosidad en la enseñanza, y cómo se va maltratando esta disciplina, pero si algo me gusta del yoga, es que tiene ese poder precioso de ir cautivando al practicante e ir dándole más y más según éste va estando preparado. 

Así que creo, en mi humilde opinión, que sea cual sea el peldaño al que llegues por primera vez, con el tiempo te darás cuenta de donde estás y de los que te faltan por caminar. Con una gran sonrisa podrás ordenar estos pasos y disfrutar el bonito sendero del Raja Yoga. 

Puedes escuchar este texto recitado aquí Podcast

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