Justo hoy he recibido dos preguntas sobre meditación, y la verdad es que me han hecho pensar. Ay!! ¿Y cuándo no me da a mí por pensar?
Bueno, a lo que iba. La primera ha sido un comentario más que una pregunta, pero cómo maestra que soy de la persona que me lo ha hecho, me he sentido libre de darle un consejo.
Él me comentaba que estaba haciendo una meditación guiada, escuchando su cuerpo y que se le habían puestos los vellos de punta, de placer o no sabía muy bien de qué. ¡Perfecto! ¡Qué bonita sensación!
¿Y esto podría ocurrirle a cualquiera y con cualquier tipo de meditación?
Pues sí. A cualquiera y con cualquier técnica de meditación. ¡¡¡Eso es genial!!! Si te ocurre vívelo, disfrútalo, experiméntalo, deléitate pero lo más importante es que la próxima vez que medites NO BUSQUES esa misma sensación, no la esperes.
Si haces eso, estarás forzando en vez de ser, de dejar libertad, de observarte tal cual eres ese otro día en ese otro momento, en ese otro presente. Si te sientas con la intención de revivir la misma sensación de placer, ¿qué ocurrirá sino aparece? Sentirás tristeza. Sí, no me digas que no, que lo entenderás, que es normal. A mí dime lo que quieras, pero en tu interior no existirá la felicidad al terminar la meditación. Cada meditación es única e irrepetible, porque tú siempre eres diferente al que eras hace un momento, las sensaciones y los pensamientos son efímeros, son cambiantes. No te aferres a nada de lo que ocurrió, ni bueno ni malo, ni placentero ni doloroso. Permanece abierto a las nuevas sensaciones, los nuevos pensamientos, a tu nuevo TÚ. Y obsérvate cariñosamente, con amor.
Es uno de los principios de la meditación vipassana (puedes leer mas sobe ella en mis otros posts), todo lo que surge desaparece, es el principio de Anicca, de impermanencia.
Así que si observas algo que te gusta mucho o algo que te molesta mucho mientras meditas, acéptalo, se va a ir, así que no te aferres a ello, ni tampoco lo rechaces.
La otra pregunta me ha llegado de una nena jovencita, es muy entrañable y aunque no la conozco en persona, algunas veces conversamos vía whatsApp o Instagram. Su pregunta ha sido muy concreta y directa; ¿Por qué me aburro al meditar? Ay! Al leerla me ha brotado una sonrisa en la cara, quizás de esas de señora mayor, jajajaj, pero me ha encantado.
Te aburres porque esperas que te divierta! Y cómo no lo hace, claro, te aburres. Es lo mismo de antes, si esperas algo, te sientes mal cuando no lo consigues.
Así que queridos y queridas meditadores, si me permiten un consejo, siéntense a meditar como si fuera su primera vez, con ojos de niño curioso y con mucho amor y cariño hacia todo lo que descubras en ti mismo.
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