Podría meterme de lleno, tirarme al agua, y nadar millas intentando cruzar el océano pero es probable que yo, que no soy muy acuática, acabase pidiendo auxilio, agotada y perdiendo el rumbo. Así que voy a meterme despacio para que me puedas acompañar sin muchos obstáculos en este viaje intrépido.
Comenzando por el principio, para que la cosa tenga algo de orden, te voy a explicar cual es el objetivo más tradicional del yoga.
¿Para qué practico yoga? Es una pregunta a la que recurro con frecuencia. Siento que sirve tanto de manera personal como de inspiración para los alumnos. Obviamente, la respuesta es diferente para cada practicante, así como es probable que también varíe dependiendo del día y de las circunstancias en las que nos encontremos.
Más allá de la motivación personal, el yoga nació o, bueno, quizás no nació, pues se considera eterno, más allá de los tiempos, pero para entendernos el yoga nació como disciplina que nos “despierta”. ¿Que nos despierta? No entiendo…
Sí, el yoga nos hace ver, nos abre los ojos, nos permite conocer lo que realmente somos. Yoga significa unión, de la raíz yog…yugo, lo que une a dos bueyes o mulas entre ellos y el instrumento de labranza, o también se me ocurre subyugado, unido por debajo de alguien, sometido, o cónyuge, miembro de una pareja, pareja, union de dos personas. El yoga nos une con nuestra verdadera naturaleza, incomprensible a simple vista, e indescriptible por más que le añadamos adjetivos. Solemos experimentar de manera más o menos fácil, la sensación de unión con el momento presente, la sensación de unión del cuerpo, la mente y el corazón al terminar una sesión de posturas en la esterilla. Pero más allá, ¿cuál es la verdadera naturaleza? Esta, según esta filosofía, es la unión de nuestro ser con todos los seres, y no solo eso, sino con un ser o energía suprema, o divina… por lo tanto, esa energía, llamada universo, naturaleza, cosmos, o dios según las inclinaciones más o menos devotas de cada uno, esa energía y nuestro propio ser son lo mismo.
En nuestro día a día nos sentimos separamos de las otras personas, incluso a veces de nosotros mismos, y olvidamos este principio universal. Todos somos lo mismo, según el yoga, incluso lo que venero, anhelo o rechazo y yo, somos lo mismo. La energía y la materia que nos conforma es la misma, personas, animales, seres vivos, pero también la naturaleza más inerte, las montañas, los ríos, las estrellas, el cosmos…¿no está todo formado por los mismos elementos?
La materia subatómica cambia constantemente, las células de mi cuerpo y también las unidades que conforman los astros. Visto así, hay un universo tanto dentro como fuera. Un microcosmos y un macrocosmos. Todo busca un orden y un sentido de vida.
Acercarte a la naturaleza, practicar posturas, cerrar los ojos y sentirte, son algunas de las actividades que nos hacen conectar con algo más, que nos hacen sentir que formamos parte, e indudablemente esto nos hace sentir bien.
Puede que no le encuentres un sentido a tu vida, “ando de un lado a otro, sin saber hacia donde” he oido recientemente. A lo mejor, el mayor sentido para la vida es sentirse vivo, sentirse parte de algo más grande, hacerse cargo de la felicidad de uno mismo. Darse cuenta las miles de posibilidades que nos brinda la vida para sonreír a lo largo del día, hacernos cargo de nuestra propia felicidad sin complicaciones, sin extravagancias, con sencillez. Sabiéndonos capaces de dominar nuestras reacciones frente a las adversidades, sintiéndonos seguros de la vida, creyéndonos parte de una familia interplanetaria, sintiéndonos unidos. Unidos a nuestro ser más profundo, unidos a otros seres, unidos al espacio que ocupamos y al que nos rodea, a la naturaleza más majestuosa y a la energía universal. Si necesitas recuperar el foco, dale aquí.
Muchas veces andamos ciegos, sordos y perdidos por estos mundos, pero cuando somos capaces de parar y darnos cuenta, cuando tenemos la oportunidad de experimentar la unión en todo su significado, algo mágico ocurre, ¿no?
El yoga es la disciplina que a través de los años miles de sabios, yoguis, saddhus, ermitaños, eremitas, gurús y practicantes han tratado de compartir, explicando diferentes caminos, con diferentes pasos, con la intención de expandir esta sabiduría milenaria que nos salva de nuestra propia ignorancia.
Al fin y al cabo si quieres llevarte una idea algo más concreta y más actual, el objetivo del yoga es despertar.
Te espero en una de mis clases, aquí tienes los Horarios
Si quieres escucharme, dale aquí.
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