Todo lo que aprendí en el retiro de yoga y caballos

¿Sabes qué me ocurre cuando acabo de cumplir un sueño? No siempre es igual, depende de si es algo que sólo ocurre sin más o si como esta vez has puesto mucho esfuerzo, dedicación y además estaba dirigido a hacer felices a otras personas. Cumplir expectativas es difícil, por eso intento no tenerlas, pero a veces es inevitable, y en ocasiones hasta opino que puede llegar a ser bueno. Cuando tengo expectativas pongo todo mi esfuerzo en ello, es verdad que corro el riesgo de llevarme un chasco, aunque esto también es parte del aprendizaje. Pero también puedo llevarme la enorme satisfacción de conseguirlo, de sentir que voy por el buen camino.

Han pasado dos días desde que se terminó el retiro de yoga y caballos. Ahora toca reflexionar, hacer auto-evaluación para mejorar. Observar las cosas a cambiar, las que no debo repetir y las que continuar haciendo. No es fácil. A veces estar muy cerca del lienzo no nos deja observar la totalidad del cuadro, por eso he dejado pasar un par de días para opinar.

El retiro se llenó de gente hermosa, pero no creo que eso fuera mérito mío. El yoga y los caballos atraen a un tipo de personas con características comunes, amor a los animales, búsqueda de la conexión con ellos mismos y con lo que les rodea, y habitualmente sonrientes, agradecidos y voluntariosos. Con estas personas es imposible que algo no salga bien.

Y con el resto del equipo, Cris y Raul cocinaron con tanto amor que nos llenaron el estómago de cariño y sabores únicos. Y Aric puso tanta ternura y cuidado en sus sesiones de Aguahara que la gente viajó y conectó en el medio acuático como nunca hubieran imaginado.

Y yo me siento tan cómoda con ellos a mi alrededor que todo me parece fácil y natural. En apenas unas horas todos éramos como una gran familia, compartiendo risas, comida, práctica, meditaciones, más risas, y casi al final de la estancia los abrazos crecían por doquier.

Creo que es lo que más me ha gustado, lo que más me ha llenado. Sentir que la gente estaba feliz, que habían disfrutado de las clases de yoga, de los caballos, de la piscina, del aguahara, del ogni hotra (meditación de fuego)… que al marchar aparecieron algunas lágrimas de felicidad, eso no se puede fingir, ese gesto es el más fiable boletín de notas. Nacieron nuevas amistades y yo nunca los olvidaré, siempre serán los equiyoguis de mi primer retiro. Y siempre les estaré agradecidos por permitirme crecer a su lado, cumplir objetivos y seguir por el camino de mis sueños.

Aunque algunas veces estuve a punto de rendirme y cancelarlo todo, al final no lo hice y valió la pena. Sus sonrisas y sus abrazos son todo lo que quiero en mi vida.

Gracias por ser y por estar

Así que si estás en el camino hacia un objetivo, si es un largo camino, si te parece que todo está en contra, que no vas a llegar, no te preocupes, es parte de la vida, así cuando llegas y lo cumples todo tiene mejor sabor. Si fuera fácil no te gustaría tanto lograrlo. Piénsalo, eres fuerte y especial, sigue, no desfallezcas, tómate algún descanso si necesitas, pero no abandones. Haz evaluaciones de vez en cuando y reajusta, realiza algún cambio si lo crees conveniente y sigue. Todo llega, con esfuerzo y constancia lo lograrás. Confía, ponle intención y disfruta de cada paso que te acerca a tus sueños tanto como de cumplirlos.