Lo que NO es el Yoga.
Hola, Soy Shima, eterna practicante y estudiante de yoga. Después de años compartiendo el yoga de diferentes maneras, dando clases a alumnos y a profes, grabando clases en plataformas, guiando meditaciones online, y otras aventuras, ahora se me presenta esta nueva y retadora fórmula para seguir difundiendo, el podcast. Espero que tengas paciencia y que te quedes para verme crecer en este nuevo formato para mí.
Por cierto, como explico en mis clases, deseo que todos os sintáis incluidos cuando os hablo, por eso sabed que cuando me dirijo en masculino me refiero a todos nosotros como seres y cuando hablo en femenino a todas nosotras como personas. Y aclarado esto, empiezo!
Queridos oyentes, no se me ocurre mejor manera para empezar esta sección que hablar de lo que es el yoga. Inevitablemente cuando escuchamos esta palabra, la mente se nos va hacia posturas increíbles, personas sentadas en loto, ojos cerrados e incluso vestimentas de otros tiempos y lugares. Aunque todo esto puede y de hecho es yoga, yoga es mucho más que unos ejercicios sobre la esterilla.
Para abordar este tema de manera sencilla no puedo explicarte qué es el yoga por motivos de tiempo y espacio, por eso voy a explicarte hoy antes que nada lo que NO es el yoga.
El yoga No es ser flexibles: cuántas veces los profesores escuchamos “no puedo apuntarme a yoga porque no soy flexible”. Donde necesitamos ejercitar la flexibilidad es en nuestras mentes. El cuerpo llega donde llega, después de décadas de malas posturas, malas costumbres, el yoga nos da la oportunidad de ver y reconocer cómo está nuestro cuerpo y cómo empezar a tratar con él. Originariamente, las posturas se realizaban con la intención de conseguir un cuerpo sano, un cuerpo flexible, fuerte y equilibrado que no fuera un obstáculo para permanecer horas entrenando la mente.
Las posturas nos estiran, nos retuercen, nos llevan a lugares nuevos. El cuerpo se va encontrando mejor sesión a sesión, los beneficios físicos empiezan a verse, a sentirse, el dolor de espalda, la tensión en el cuello, las digestiones, incluso la tensión arterial….un conjunto inabarcable de mejoras físicas que además hacen que nos sintamos mejor anímicamente. Los sistemas nerviosos que operan en nosotros se re-equilibran, dormimos mejor, y estamos más concentrados en las tareas que requieren de atención.
Las posturas nos ayudan a conocernos a nosotros mismos. ¿Cómo me hablo cuando aparentemente no llego a la postura que imaginaba? ¿Cómo cuando no llego a poner el pie donde lo pone mi compañero de esterilla? ¿Cómo me trato si me caigo practicando un equilibrio? Las posturas nos dan la oportunidad de cultivar una relación sana entre esforzarnos y respetarnos. De nada sirve poner el pie detrás de la oreja, (sé que muchos de mis alumnos se van a reír al escuchar esto) jejeje, pero de verdad, de nada sirve si me rompo en el intento y después no puedo caminar. ¿A quién quiero impresionar? El yoga no va de competir. A veces he oido que no debemos competir con los compis, no compararnos, yo añadiría que tampoco debemos competir con nosotros mismos. Debemos encontrar el esfuerzo correcto para hoy, reconocer que el cuerpo cambia, que nuestras rutinas cambian, que un día has dormido mejor, que otro día has estado más horas con el ordenador, que no sientes el cuerpo igual por la mañana que por la tarde, incluso que el invierno y el verano nos hacen sentir diferentes y que todo eso está bien.
Estas son solo algunas pinceladas para empezar a acercarnos a qué es el Yoga sobre la Vida. O mejor dicho, a lo que no es, jejejej. Algunas veces no entenderás lo que aquí voy a contarte, te pido querido oyente, que seas paciente y que tengas fe. Poco a poco, todas las piezas irán encajando y después de un tiempo, este viaje que acabamos de iniciar juntos te irá dando respuestas. Aunque ahora no sepas muy bien de qué va esto, ¿Cómo que el yoga no va de posturas? De verdad, el yoga no va de eso y me voy a tomar el tiempo y la energía de ir poco a poco, desenmarañando esta disciplina y presentándotela con cariño.
Puedes escuchar este texto en nuestro podcast: Poco a poco, pero ya.
Deja un comentario